La tecla de la alegría

Javier Malosetti

Sacá el Aleatorio
Por Iván Jiménez
Un newsletter de discos.

Wen dííííía. ¿Cómo estás? Un recontra gustazo estar de nuevo en tu bandeja de entrada. Hay un par de novedades en El silencio de hoy, así que después de leer la reseña, andá hasta abajo de todo que te lo voy a agradecer mucho.

¿Te acordás de cuál es tu primer recuerdo musical? La primer imagen que tengas de algo que tenga que ver con música, con ver una banda o escuchar algún disco. Yo a los 3 años imitaba la batería del final de Cheques pegandomé en los muslos en el asiento de atrás del Renault 9 de mi viejo.

El disco de hoy me lo pasó mi amigo el Terry cuando íbamos a la secundaria. Él no recibe este newsletter y creo que ni sabe que existe, pero esta edición va dedicada para él. Mandá play y seguimos.

\4
Niño
Javier Malosetti 🇦🇷
2006
62 min
Spotify / Youtube

Qué es

Jazz puro y duro. La onda es divertirse.

Quién es

Javier Malosetti es un bajista (y músico) argentino. Además de una extensa y muy prolífica carrera solista, también se lo conoce porque fue bajista en algunos de los mejores discos de Luis Alberto Spinetta.

Por qué está bueno

(Una primera aclaración que nunca me gusta hacer, pero hago por las dudas: este disco tiene doble intro, recién en los tracks 3 y 4 se van a hacer una idea de qué la va. Por qué Javier lo ordenó así, vaya uno a saber.)

Mi amigo el Terry, quien me pasó este disco alrededor del año 2012, nunca fue demasiado fan de la música electrónica. En sus palabras, "hay algo en el toque humano que no se puede replicar". La música de Malosetti tiene exactamente eso: su estilo de tocar el bajo no esconde los tambaleos, sino que los acentúa. Los órganos no vienen del más allá, están acá en el cuarto, y los redoblantes no son un golpazo al medio del cráneo, son sólo un tipo tocando el redoblante. Hay un culto a la textura y a la humanidad del toque de cada uno de los instrumentos.

Algunos discos son para escucharlos con atención, para leerlos como a un libro o verlos como una película sin que se te escape un detalle. Pero este es de otro tipo: es uno de esos discos para hacer. Para ponerse a ordenar la pieza, a terminar ese laburo que debés hace una semana, a hacerte el desayuno. No sé cómo se llama el subgénero específico de jazz que hace Malosetti, pero tiene una forma de armar los grooves que te empuja, te motiva. Si hay algo en el cuerpo humano que sea parecido a la tecla de la alegría, este disco le apunta justo ahí, y al menos en mi caso le acierta siempre.

Si alguna vez viste tocar en vivo a una banda así, sabés que esta música se toca sonriendo. No te puede salir así con cara de orto, cumpliendo, pensando en que mañana tenés turno con el cardiólogo. Hay que disfrutar mucho de la música para hacer algo así de real, técnicamente perfecto y al mismo tiempo humanamente imperfecto.

El silencio

Gracias por llegar hasta acá, papu. Aprovecho para contarte dos cositas.

Cuarta edición de Sacá el Aleatorio, primera del mes de julio, y como un poco me aburro de hablar solo, me gustaría darte lugar a que charles un toque vos conmigo. Y cuando digo charlar, me refiero a música. Así que a partir de ahora, la primera edición de cada mes va a haber una consigna para vos, para que me puedas contar un poco qué estás escuchando o qué te gusta (y para que yo descubra música nueva, no te voy a mentir).

La consigna de este mes: ¿cuál es tu artista o banda argentinx favoritx de los últimos 10 años? Mi respuesta seguro va a salir dentro de este mes. Me podés mandar la tuya por mail a [email protected] o por Telegram a t.me/ivanjzs. Acepto nombres, discos, temas, lo que quieras.

La segunda novedad es que ahora, si querés, podés colaborar con Sacá el Aleatorio en cafecito.app/sacaelaleatorio. Este newsletter va a seguir siendo totalmente gratuito para vos y para todxs, pero cualquier apoyo que puedas dar me motiva a seguir buscando más y mejores discos para traerles.

Espero que el frío no te la esté haciendo muy pesada y que, como yo, al menos encuentres refugio en la música, que no distingue temperatura.

Nos vemos el jueves que viene,

Iván