Parque de diversiones funk-rock

Organ Freeman

Sacá el Aleatorio
Por Iván Jiménez
Un newsletter de música.

Buen día, mi corazón. ¿Cómo estáis? ¿Cómo os senteís hoy, otro jueves lleno de posibilidades?Acá en casa, esta semana fue una montaña rusa de emociones. Para bien.

Descubrí este disco por un posteo de un desconocido en Reddit, y el nombre de la banda me pareció tan bueno que no podía no cliquearlo. Así que hoy espero que te pase algo parecido a vos.

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Organ Freeman
Organ Freeman 🇺🇲
2015
43 min
Spotify / Youtube

Qué es

Un parque de diversiones funk-rock animado por un trío de animales escapados del zoológico.

Quién es

Organ Freeman es una banda yanki de música fusión. Se conocieron en un conservatorio donde los obligaban a tocar correcto y aburrido y armaron este side project para poder divertirse entre laburo y laburo.

Por qué está bueno

Lxs músicxs somos una raza rara, y entre nosotros muchas veces aparecen prejuicios, envidias y resentimientos. En eso, hay uno que a muchos nos salta siempre: la banda de los que tocan demasiado bien. Le tenemos un poquito de bronca porque sentimos que se preocupan más por mostrar su deliciosa técnica que por hacer algo que le guste al oído, pero también un poquito porque nos gustaría tocar como ellxs. Y la realidad es una y es que, dejando todo eso de lado, este disco es insoportablemente divertido.

Lo lindo de lo que hace Organ Freeman es que la alegría se vuelve tarareable, para invocarla con una sonrisa mientras lavás los platos, y logran no caer en esa de hacer jazz perfectamente aburrido para los críticos. Cuando la canción llama a pisar un rato la distorsión y cagarse un poco a palos, la banda patea y el pogo se arma solo. A nivel sonido, es increíblemente dulce, en el sentido de que le da al oído algo agradable como un caramelo, para quedarseló saboreando como un nene.

Me encantaría ver un show de esta banda porque sería una de esas noches en las que revolearíamos porrón por el aire, me quedaría con la boca abierta en algún delirio más tranqui, agitaríamos todos los momentos que lo ameriten y, cuando terminen salir a los gritos repasando todo lo que acaba de pasar. Y si salen a la puerta del bar y nos los cruzamos, le diría personalmente al guitarrista que lo envidio mucho y ojalá pudiera tocar como él.

Hojeando el librito: decir sin hablar

Me acuerdo que era algo así como el año 2014 y en un bar innombrable de mi ciudad tocó una de las bandas más lindas que me tocó ver en mi vida: Mostacho. Como Organ Freeman, también eran un trío, también de música fusión y también instrumentales. A la salida, un amigo no muy habituado a venir a ver shows independientes me dice: "está bueno, aunque si es todo instrumental te embolás después de un rato".

¿Por qué esa necesidad de ponerle voz y palabra a todo? Tiene sentido, siendo que desde chicxs aprendemos que las cosas se dicen así, armando oraciones con sujeto y predicado. Aún así, pareciera que quedarse sólo en lo que tiene una voz es no solo cerrarle la puerta a un mundo de música maravillosa, sino también negar que hay muchos niveles en lo que escuchamos todos los días. Ninguna de nuestras canciones nos pegaría de la misma forma a cappella y eso es porque, muy dentro del cuerpo, cada instrumento nos interpela.

Años después, Mostacho dio otro show en Pugliese, tal vez el bar de recitales de nuestra ciudad donde más feliz me sentí. Ese día, mi amigo el Terry, bajista de la banda, estaba particularmente encendido, y después de bajarse del escenario me deshice en elogios a su solo en "La incertidumbre de Carla". Me dijo: "cuando toco escucho conversaciones, con un punteo hago una pregunta y con el siguiente le respondo". Más allá de mi amigo, cuyo talento seguiré abordando otro día, pienso en todos esos autores que me hicieron leer en (aaay) la carrera de Comunicación Social que decían que nunca no estamos comunicando. En una de esas, capaz un solo de bajo, un pase de batería o un acorde en piano no tienen palabras, pero hablan. Y, como en un boliche o dando un abrazo o acariciando a alguien que nos gusta, capaz a veces lo mejor sea usar menos palabras para decir más.

El silencio

Hasta acá, mi princesx. Terminá bien tu semana y acordate de guardarle un ratito a hacer algo que te haga feliz.

Como siempre, si te gustó lo que escuchaste, enviaseló a alguien que quieras, y si te gustó el newsletter, bueno, lo mismo.

Nos vemos el jueves que viene,

Iván